El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, puede ser sólo una fecha, pero creo que es importante darle el valor que se merece, y no un sentido distinto del que tiene. No es una fecha para que las mujeres nos felicitemos porque sí y ya está, es mucho más que eso.
- Es un día de reconocimiento, para reflexionar sobre el lugar que ocupamos en la sociedad, y todo lo que ha cambiado en los últimos años. Por las aportaciones de personas valientes, muchas de ellas, mujeres anónimas, que han roto barreras y han luchado por una sociedad más justa.
- Es un día de reivindicación, porque hay derechos que no están conseguidos: la igualdad salarial, el acceso a espacios de toma de decisiones y de poder en igualdad de condiciones (en la sociedad, en la política y en la economía). La erradicación de la violencia de género y de otros tipos de violencia que sufren las mujeres por el hecho de serlo. El reconocimiento de la contribución de las mujeres a la economía de los cuidados. Que la maternidad tenga la consideración que se merece en los espacios profesionales y que se favorezca la conciliación.
- Es una fecha para exigir, que se cumplan compromisos internacionales de Derechos Humanos de las mujeres en muchos países del mundo.
- Es un día para la reflexión, porque las mujeres proponen otros modelos posibles. La reivindicación de la igualdad no significa que todos tenemos que ser iguales, ni que queramos serlo. Significa tener las mismas oportunidades para alcanzar nuestros objetivos, para acceder en igualdad de condiciones, para no sufrir discriminaciones. Significa igualdad social, pero con el reconocimiento de nuestras diferencias.Es un momento para evaluar la situación actual, los logros que hemos alcanzado y también los retrocesos que estamos viviendo.
- Es una fecha para comprometerse con transmitir y educar en valores igualitarios a niños y niñas. Que su identidad, profesión u objetivos no dependan de cuestiones de género, si no de talento, inquietudes y ganas. Transmitir que podemos ser lo que queramos, rompiendo estereotipos y que no se reproduzcan en el futuro situaciones de discriminación.
Es importante que no se quede en una fecha, y que sea una voluntad de todos y de todas, mejorar la realidad actual y que nos planteemos nuevos retos para un futuro en igualdad.